Las historias pueden apresarnos, incluso si son propias. Especialmente si son propias.
El poder de escribir tus propias historias es el poder de definir tu vida.

domingo, 29 de enero de 2017

Durante las últimas dos semanas...

Durante las últimas dos semanas, unas palabras de Maurice Blanchot me rondan por la cabeza: “Debo dejar algo claro: no he dicho nada extraordinario ni tampoco sorprendente. Lo extraordinario comienza en el instante en que se deja de escribir. Pero entonces ya no soy capaz de hablar con ello”.
En otras palabras: la vanidad de intentar decir algo sobre alguien.
Y el viernes? No, todavía no. El viernes no existe, al menos aquí. Todo lo que sucede es anterior a ese momento. O también: las olas han borrado las huellas.
la naturaleza de la casualidad.

La memoria como un lugar, como un edificio, como una serie de columnas, cornisas, pórticos. El cuerpo dentro de la mente, como si nos moviéramos allí dentro, caminando de un sitio a otro, y el sonido de nuestras pisadas mientras caminamos de un sitio a otro.
“Por ende uno debe ocupar un gran número de lugares -escribe Cicerón-, que deben estar bien iluminados, ordenados con claridad, espaciados a intervalos moderados; e imágenes activas, perfectamente definidas, insólitas, que tienen el poder de llegar a la psique y penetrar en ella... Pues los lugares son en gran medida como tablillas de cera o papiros, las imágenes como las letras, el arreglo y disposición de las imágenes como la escritura y el habla como la lectura. “


Para continuar, una descripción detallada de los sistemas clásicos de la memoria, diagramas, dibujos simbólicos. Por ejemplo, Raimon Llull o Robert Fludd, sin mencionar a Giordano Bruno, el gran nolano quemado en la hoguera en el año 1600. Lugares e imágenes como catalizadores para recordar otros lugares y otras imágenes: objetos, hechos, los objetos enterrados de nuestra propia vida.

Mnemotecnia. Para seguir con la idea de Bruno de que la estructura del pensamiento humano se corresponde con la estructura de la naturaleza. Y concluir, por consiguiente, que en cierto modo todo está relacionado con todo.
Al mismo tiempo, paralelamente a lo anterior, una breve disquisición sobre la  habitación. Por ejemplo, la imagen de un hombre sentado solo en una habitación.

Como en Pascal: “La infelicidad del hombre se basa en una sola cosa: que es incapaz de 
quedarse quieto en su habitación

“... aquí se afirma que sólo aquel que trabaja consigue el pan, sólo aquel que está angustiado encuentra descanso, sólo aquel que desciende a los infiernos rescata a sus
seres queridos y sólo aquel que empuña su cuchillo halla a Isaac... Aquel que no trabaje debe hacer caso a los escritos sobre las vírgenes de Israel, pues dará a luz al viento, pero aquel que desee trabajar da vida a su propio padre” (Kierkegaard).


La vida en el interior de la ballena. Una apostilla sobre Jonás y lo que significa negarse a hablar. Texto paralelo: Gepetto en el vientre del tiburón (una ballena en la versión de Disney) y la historia de cómo Pinocho lo rescata. ¿Es verdad que uno debe sumergirse en las profundidades del mar y salvar a su padre para convertirse en un niño real?


Un libro de Wallace Stevens (Opus Posthumus) "Ante una realidad extraordinaria, la conciencia toma el lugar de la imaginacion"


Repitiendo a Pascal: “La infelicidad del hombre se basa sólo en una cosa: que es incapaz de quedarse quieto en su habitación”. Aproximadamente en la misma época en que estas palabras se incluían en sus Pensées, Descartes le escribió a un amigo en Francia desde aquella habitación en la casa de Amsterdam. “¿Hay algún país -preguntaba con exuberancia-, en el cual uno pueda disfrutar de una libertad tan inmensa como la que hay aquí?” En cierto modo, todo puede leerse como una apostilla sobre alguna otra cosa.

Imaginate a Ana Frank, por ejemplo, si hubiese sobrevivido a la guerra,leyendo las Meditaciones de Descartes como alumna universitaria en Amsterdam.
Imaginate una soledad tan aplastante, tan inconsolable, que uno deja de respirar durante cientos de años.

jueves, 29 de septiembre de 2016

LA ELEGANCIA DEL SER - SOS ELEGANTE?


Cuando el guerrero llega al borde del abismo de la muerte, salta en él en posición de combate.
 El bailarín se arroja con paso de baile. 
El místico, en postura meditativa. El tonto tropieza y cae. 
Es curioso loque hace el elegante: antes de caer, se da vuelta y saluda. Ninguna moral -es decir, un arbitrario código de costumbres determinado por las epocales conveniencias de quienes detentan el poder- justifica valorativamente la existencia humana. Ni siquiera la ética -en cualquier caso, una visión superior a la moral, ya que nace de una elección y de un esfuerzo voluntario por solidarizarse con los sufrimientos de los prójimos- puede ser mencionada como una cualidad del ser, ya que tal ética nunca es espontánea. Tampoco la belleza puede ser sustento ontológico porque, como decía Rilke, sólo es el cobertor que tapa el horror de la existencia. Sólo el estilo innato de las presencias puede ser considerado una manifestación propia del ser antes de que resulte condicionado por la experiencia social.
 A este sello precultural del ser lo denominamos elegancia.
¿Sos elegante?
Es difícil reconocer las manifestaciones de la elegancia del ser, ya que existen versiones apócrifas que la suelen imitar: el psicópata seductor que obsequia amabilidad para rapiñar afecto, pasión o futuro; los astutos modales del comerciante que acaricia tu dignidad para vaciar tu alacena; la elocuencia del hábil hablador que hipnotiza con su discurso para imponer sus designios .En todo caso, en la vida cotidiana resulta más fácil definir laelegancia por defecto:

a)
No son elegantes las conversaciones que excluyan a terceros.
Tanto las anécdotas como las teorías que se mencionan en una charla deben ser comprensibles para todos los participantes. Si una presencia obliga a bajar el nivel de la charla o cambiar de tema, es necesario preguntarse el motivo por el cual tal presencia está allí, y qué responsabilidad nos cabe. Los elegantes mantienen un estado de copresencia mental que incluye de una u otra manera a todos los participantes del evento. Sentí la comodidad o incomodidad d elos asistentes: sin sensibilización no hay elegancia.

b)El que habla rara vez es elegante.
Tampoco lo es el que oye, sino el que escucha. El que oye espera el final de tu frase para ensartar la suya. El que escucha, en cambio, intenta enriquecer la riqueza de tu relato si de eso se trata, o de encontrar puertas de salida a los conflictos que tus palabras enuncian, si tal caso fuera.



c)
De los que hablan, es elegante el que habla de lo que a vos teinteresa y no de sí mismo y sus creencias.

Y más lo es aún el que no se refiere ni a vos ni a él sino al extraño mundo que nos rodea.

d)Excepto en el caso explícito de solicitar un SOS, no es eleganteexpresar el sufrimiento.
El padecer, como toda peste, es contagioso y su vía de inoculación son los gestos y las palabras. Pero mucho menos elegante resulta desatender las señales de sufrimiento que emiten quienes nos rodean. Si soy tu amigo no te enterás de mi sufrir pero, si soy tu amigo, me entero siempre del tuyo. 

En el famoso panteón de la mitología egipcia, habitado por cuarenta y dos dioses, Neith era la diosa menos conocida. Ella jamás participaba de los debates en los que los dioses discutían durante milenios la destrucción absoluta de todos los cosmos o la creación de otros nuevos. Ni siquiera escuchaba las polémicas de las que después surgirían las eternas guerras que se desarrollaban en cada átomo y en cada pulga. Mientras todo esto sucedía, Neith diseñaba unos arcoiris sobre los gestos de fiereza, dibujaba sonrisas sobre las amargas expresiones: era la diosa de la armonía, la decoradora del gran teatro donde un eterno libreto es estudiado por las especies vivas desde hace millones de años. Este es un mundo habitado por pasajeros de distintas pesadillas, por mestizos cruzados entre dioses y monos, por los autómatas fabricados en las distintas industrias de la cultura, frankensteins y marysteins construidos con palabras muertas, locos peligrosos armados de sabiduría, insensatas existencias que entregan el brillode su ser a cambio de una propina mensual . Un mundo donde, además, hay duendes y brujas y piratas; un mundo que ya no puede huir a esa edad de oro que jamás se atrevió a vivir. En tal mundo, la elegancia es el camino que hace el beso antes de llegar a tu boca. Ese conmovedor vuelo que hacen dos almas que jamás podrán encontrarse porque al intentarlo se han despedido para siempre. La elegancia también necesita de esa navaja afilada que sos vos, dispuesto a cortar la cartulina congelada de esa mirada muerta que te persigue. Pero siempre se escucha. Es una melodía. No es el viento sobre los árboles. El árbol es el violín y el viento su ejecutor. No son pasos subiendo la escalera. Es un tambor. No son palabras, es el canto de una flauta. 
Es una gran banda tocando a toda hora, en todo lugar. Y sólo el silencio del cosmos nos escucha

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Al igual que cuando se aproximan dos objetos físicos desprenden fuerzas electromagnéticas que no sólo afectan la estructura molecular de cada uno de ellos

El lenguaje no es equivalente a la verdad; es nuestro modo de existir en el mundo. Jugar con las palabras es examinar la forma en que funciona la mente, el reflejo de una partícula del mundo tal como la percibe la mente. Del mismo modo, el mundo no es simplemente la suma de cosas que existen en él, la red infinitamente compleja en que estas cosas se conectan entre sí. Como en los significados de las palabras, los objetos cobran significado sólo en su relación con otros objetos. “Dos caras son parecidas -escribe Pascal-, y. aunque ninguna de las dos sea graciosa por sí misma, su similitud nos hace reír.” Las caras riman a los ojos, así como las palabras riman al oído. Para llevar estas conclusiones un poco más lejos, es posible creer  que los hechos de la vida también rimen. Un joven alquila una habitación en París y luego descubre que su padre había estado escondido en aquella habitación durante la guerra. Si estos dos hechos tuvieran que considerarse por separado, habría poco que decir con respecto a cualquiera de ellos; pero la rima que crean al ser relacionados modifica la realidad de ambos. Al igual que cuando se aproximan dos objetos físicos desprenden fuerzas electromagnéticas que no sólo afectan la estructura molecular de cada uno de ellos, sino también el espacio que los separa, alterando de ese modo el mismo ambiente, dos (o más) hechos que rimen establecen una conexión en el mundo y añaden una sinapsis más a recorrer en el extenso “plenum” de la experiencia.   
Estas conexiones son muy comunes en los trabajos literarios  pero uno tiende a no verlas en el mundo, pues el mundo es demasiado grande y la vida de uno demasiado pequeña. Es sólo en esos raros momentos en que uno cree vislumbrar una rima en la vida, cuando la mente puede saltar fuera de sí misma y servir como puente para cosas que están más allá del tiempo y del espacio, más allá de la vista y de la memoria. Pero en todo esto hay algo más que rima. La gramática de la existencia incluye todas las figuras del lenguaje mismo: comparación, metáfora, metonimia, sinécdoque; de modo que cada cosa que encontramos en el mundo es, en realidad, muchas cosas que a su vez dan lugar a otras muchas más, dependiendo de qué tengan cerca, en qué estén contenidas o de dónde surjan. A menudo falta el segundo término de comparación, porque ha sido olvidado, está enterrado en el inconsciente o por alguna razón resulta imposible de localizar. “El pasado se oculta -escribe Proust en un párrafo importante de su novela-, fuera de [los] dominios y [del] alcance [de nuestra inteligencia], en un objeto material (en la sensación que ese objeto material nos daría) que no sospechamos. Y del azar depende que nos encontremos con ese objeto antes de que nos llegue la muerte, o que no lo encontremos nunca.” Todo el mundo ha experimentado de una forma u otra las extrañas sensaciones del olvido, la misteriosa fuerza de un término perdido.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Qué es el cariño?


Yo le tenía miedo al cariño. A mí no me tocó nadie de chico. Yo tenía 14 o 15 años y una vez alguien me acarició en el brazo y salté, como asustado. Hay dos clases de niños: los que nacen en jardín, como Charly García, Spinetta, gente que no conoció el sufrimiento de la calle y por lo tanto vive aislada. Y después están los que les tocó todo eso.

lunes, 1 de agosto de 2016

El primer pecado es preocuparse

En los llanos en los que navega el solo y ahogado misterio...
Aun ahi renace el muerto y muere el vivo,
aun cuando el oxigeno se acaba
y la sangre se seca en las venas de la tierra,
aun alli prevalece el recuerdo
y muere la memoria,
 aun cuando los niños mueren
y el malhechor vive,
 aun ahi se encuentra la paz,

porque no existen hombres buenos, ni niños inocentes, el primer pecado es preocuparse

lunes, 18 de julio de 2016

Para que mierda sirve leer

por Leo Nerón


El avance de la computación, la síntesis cognoscitiva e informativa que todos los días un lector medio hace del mundo a través de un vistazo veloz de los títulos en los grandes diarios ha despertado la preocupación de culturólogos y sociólogos. Quizá estemos asistiendo a la muerte de la Era del Libro. Los contenidos informáticos se expresarán en el futuro con imágenes y no con palabras, con números y no con novelas, con fórmulas y no con ensayos. Si la solución no depende de uno, quiere decir que el problema es ajeno.

Observemos atentamente ese copete. Se inicia con una presuntuosa redundancia adjetivante (y a propósito reincido en el delito). ¿Qué clase de elegancia puede tener una síntesis que es"cognoscitiva e informativa"?
 El que mucho manotea adjetivos, en la funda no tiene chumbo. Después lo de "lector medio": ponele Pedro, o por lo menos los García de la guía. Es el mismo truco de"la mayoría piensa que" o "está debidamente demostrado que". Y encima después se diferencian palabras, imágenes, números, fórmulas como si no fueran todas ellas distintos códigos de la misma clave.

¿Y el título?
1) Para qué
2) mierda
3) sirve
4) leer.

Unidad 1:¿Para qué? ¿Cómo para qué? (No, gracias, yo como pastas) ¿Por qué para qué? ¿De dónde vino (no, prefiero ginebra) y a dónde va para qué?  "¿Por qué?" es policial; "¿Para qué?" es moishe.

Unidad 2:M ...  Pasemos por alto ese vulgar sustantivo adjetivanteque los epistemólogos de jardín de infantes de esta revista se empecinan en utilizar y pasemos a la

Unidad 3:sirve. Se le ve la hilacha. ¿Servir a quién? Nadie es siervo de nadie, yo no sirvo para nada y con mucha honra, y si querés que sirva en vez de escribir hacete almacenero, atorrante.

Unidad 4:leer.  Esta palabra es interesante. Es toda con e.  Leer: ele, e, e, ere. Eleeeere.

Probemos

El cuestionamiento de Juan: Eeleceueeseteioeneaemeieeneteo dee jotauaene. Usted ve vocales y lee consonantes. 
Las consonantes son ovnis. No existen. Escúchese hablar: vocalea y no consonantea. 
¿Es que la ce suena como la "shhh" de la serpiente? ¿Y la hache de dónde salió? 
Hache: hacheaceachee. La erre de ronron gato, la te de tartamudo, la eme de mugido, la jota del "jjjj" de la pantera. Los animales se juntaron con sus pe ele be ere y pusieron en el medio una A.

Final de nota
"El colon de Renán no era ascendente" es el título del poema de Heinrich. Mientras el interés te mantiene atrapado, seguís la lectura o te suelta, te dispersa, te olvida. Y no hay que exagerar con este mensaje para que dejes de leer y mires a tu costado a ver si hay una coñuda cosa que esté pasando por ahí, tío. Por aquí,todo igual. 

Para qué va a servir, para joderte la vida.

sábado, 16 de julio de 2016

LA ANTI-LOCURA NOS GOBIERNA

por el licenciado José Luis Galeano
El estado del alma más excitante y conmovedor que han conseguido describir los arqueólogos de la aventura es el de lalocura. Es casi el estado puro, salvaje del alma, un estado que al desconocerse se torna imposible de imitar. 
Lo primero que se aprende en esta profesión es a reconocer a un falso loco. Con el tiempo se aprende a desenmascarar casi inmediatamente el esfuerzo del deteriorado por hacerse pasar por loco: viviendo en la insensibilidad, quiere atravesar la aduana que él mismo colocó en las fronteras de la razón para protegerse del fuego de la sensibilidad. 

Ahora bien, ¿por qué un tipo que no está loco intenta serlo o parecerlo? 
Una pregunta más interesante: ¿Es posible mediante el trabajo, la voluntad, el entrenamiento cotidiano volverse loco?

Este valor que adjudico a la locura merece una aclaración: se desvaloriza la locura desde una falsa descripción de ella y, sobretodo, señalando el intenso sufrimiento en el que vive inmerso aque lque la padece. 

El sufrimiento existe y es producido por el reflejo derechazo que produce entre la mayoría de los hombres esa experiencia terminal a la que tiene acceso prohibido. El poderoso tabú resignifica el estado de gracia como peste peligrosa.
Por otra parte, lo que la psicopatología define como locura no son más que ímprobos esfuerzos por evitarla. 
El psicópata, por ejemplo, representa el polo opuesto, la anti-locura. Es el ser que intenta forzar la naturaleza de los acontecimientos para ajustarla a los designios de un plan que oculta su absoluta inseguridad ontológica. Porque un loco es un tipo que no se siente inscripto ni desinscripto en ninguna posible descripción de sí mismo.

La paranoia también expresa una profunda desconfianza hacia el proceso en el que se desenvuelve su propia presencia. El paranoico, estando cercano a ella, abandona la posibilidad de acceder a la gracia para vigilar todos los acontecimientos que podrán provocar desequilibrios y hacerle perder un estado existencial que en realidad no ha conquistado. La gran utopía paranoica consiste en cuidar obsesivamente algo que en realidad no se posee. Si el psicópata es un invasor del entorno que vive acicateado por las puñaladas del miedo, el paranoico es un compulsivo defensor que protege una fortaleza vacía.

El neurótico es el diseño ya objetivado que construye la anti-locura. Es el dibujo congelado de esa fuga del éxtasis. Está tan completamente anti-loco que ha elaborado un engendro: el "sí mismo", la Identidad. Como nunca se siente debidamente constituido y protegido por esa identidad, la busca obsesivamente, la imita de otros que a su vez la imitan. 
Creo que se denominó Dios al primer hombre que se volvió loco. Fue un paranoico que, sospechando esencialmente del relato del psicópata, terminó negando la experiencia de la locura.

El cuarto hombre fue el engendro producido por los relatos delpsicópata y el paranoico

El neurótico ni siquiera conoce la posibilidad de la existencia del primer hombre.

El segundo Dios fue el primer hombre que no se volvió loco. Sobre ese Dios neurótico se montaron las civilizaciones, las filosofías y -especialmente- los lenguajes, que son sólo complejos dispositivos de la mentira. Porque el mundo, su entraña, está constituido por una gigantesca mentira.
 De la verdad sólo queda un dolor en los pliegues más profundos del abismo del alma, una inquietante angustia que es solamente el pus de esa herida. 
El único Dios fue encerrado en los manicomios de la mitología. cuando un pintor, un músico o un poeta logran robar una frase, una frase del Dios que pudieron haber sido, una imagen de ese mundo extraviado, un sonido del más allá; cuando el tipo que ha tomado LSD comienza a percibir imágenes que rasgan la ilusión y desenmascaran el complot que es la realidad; cuando el "loquito"en el manicomio establece una otra relación entre los fenómenos, lo que sucede, en todos esos casos, es que el Dios enterrado en los laberintos de la mentira mental está intentando romper el ataúd de creencias en el que ha sido encerrado.
 
La vida es un estado de gracia. La vida es la locura de la materia.

Hace siglos que el cáncer de la anti-locura ha establecido sus redes virósicas, reemplazando el tejido vital. A aquellos que duden demis afirmaciones les propongo que hagan un simple experimento. Consíganse un aparato y miren una célula. Olviden todas las idioteces que las palabras han dicho sobre ella. Si la célula está viva, podrán observar la locura que la constituye. Verán también la dicha de esa locura. Verán que toda su danza, su movimiento, su búsqueda, es el intento alucinado de realizar algo imposible: dejar de estar sola